Se lo conoce por el apodo de “Cato”. Trabajó con el fiscal y reapareció en una llamada después de la muerte del funcionario judicial.
El fiscal Eduardo Taiano citó a declarar al “espía sin nombre” este miércoles a las 10 en la causa en la que investiga la muerte de Alberto Nisman. Actualmente para la Justicia, lo ocurrido con el fiscal en 2015 fue un asesinato.
Al espía se lo conoce por “Cato”, y fue nombrado por primera vez en la tercera declaración de Rubén Benítez, el principal de los custodios que debían cuidar a Nisman el fin de semana en que lo hallaron muerto.
Si bien Benítez declaró en el caso el 20 de enero de 2015, dos días después de la muerte de Nisman, recién se refirió a Cato en noviembre de 2017.
Los dichos de Benítez quedaron así hasta junio pasado, cuando uno de los informes reservados de la Policía Federal sobre entrecruzamiento de llamadas le advirtió a la fiscalía de Taiano que Benítez había hablado por teléfono con un hombre de apellido Carnero o Garnero el lunes 19 de enero de 2015.
Carnero o Garnero era el apellido de “Cato”, según chequeó luego la fiscalía con los registros de la SIDE. Hoy será indagado por el fiscal.
Benítez contó que Cato se sumó a reforzar la custodia de Nisman. Lo hizo junto con otro hombre de la ex SIDE apodado “Chiquito”.
Según la declaración, todo esto fue después del juicio de la AMIA que terminó en 2004. Cato siguió en su función durante más de un año hasta que Nisman le dijo que se volviera a su destino y Benítez no lo vio más.